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Hurgando en las entrañas

Me aburro

El aburrimiento no trae nada bueno, aparte de por su propia naturaleza; es un rollo estar pendiente del paso de las horas sin hacer nada de provecho, sin hacer algo útil o interesante, también lo digo por que invita a la persona que lo sufre a pensar en demasía, a darle vueltas a cosas sin importancia. Generalmente estos pensamientos circulares que no llevan a ningún lado los tenemos todos ahí, escondidos en el trasfondo de nuestra mente, desplazados por las preocupaciones cotidianas. Así que transcurren los meses, la vida y esos pensamientos se quedan en la trastienda de nuestras complejas redes neuronales. Pero llega un día, y el maldito aburrimiento nos avisa de su existencia y los saca a la luz .Lo peor, es que uno se sorprende de ellos, pues inocente los daba quizá por perdidos.

Resulta que en este aburrimiento que llena mis horas hoy, han surgido toda una serie de pensamientos, de estos que no sirven nada más que para atormentarle a uno la existencia. Me he puesto a darle vueltas a porque hace ya diez días que no veo a R., qué puede haber sucedido para que no hayamos podido encontrar, ni uno ni otro, un pequeño hueco en el que poder vernos. Vale que los primeros 5 días transcurrieron como siempre, entre semana, y pensando que nos veríamos al llegar el viernes. Pero resulta que cambió su horario de trabajo y dobló turnos todo el weekend, total, que no nos pudimos ver, era imposible. Pero luego pasa el lunes, pasa el martes y por fin llegamos a hoy miércoles. ¿Nos veremos?

He de reconocer que una de las mejores cosas que he aprendido desde que estoy con R. es que se puede amar sin sufrimiento, pues yo antes pensaba que ambos conceptos iban de la mano. R. es la persona que más felicidad, tranquilidad, estabilidad y amor ha traído a mi vida, y aunque en cierta forma también puede influir que me conoció mas mayor y con más experiencia en todos los sentidos, estoy convencida de que es su forma de ser y de tratarme lo que más ha contribuido a mi estabilidad actual. Porque yo era una persona bastante inestable, y esto es algo que R. no sabe pero quizá intuye.

El caso es que aunque hay días que sí que le echo de menos, sin embargo, poco a poco me he ido acostumbrando a este noviazgo de fin de semana y he vuelto ser la que era hace ya bastantes años, algo solitaria y que disfruta de leer, pasear y hacer cosas sin necesitar a nadie más. Y no me entendáis mal, tampoco soy una asocial ni nada de eso, pero igual que me gusta salir, quedar con gente, estar con R.,etc. disfruto también de esos ratos a solas, conmigo misma, de hecho los necesito y los busco. Lo que ocurre es que en estos últimos tiempos los ratos a solas son cada vez mas numerosos y eso empieza a preocuparme. Y es por eso por lo que hoy me preguntaba como hacía tantos días que no le veía. ¿Será importante?

1 comentario

sproket -

No estarás sola,
te saludarán a tu paso en mil idiomas, con mil lenguajes,
la gente a la que despertaste en cada viaje,
los que dormían en las calles,
a los que preguntaste,
por su esperanza, por su desastre.